PARTNER CEG | Ganadería de precisión: drones, software y algo más…

Si tú eres de los ganaderos que todavía dice frases como: “…a mí la tecnología me embiste”, o “…la tecnología no se hizo para mí”, o “…la tecnología y yo todavía no nos estamos entendiendo muy bien”; tal vez ya sea hora de darse cuenta y aceptar, la gran importancia que tiene el uso de tecnología en el presente y más aún cuánto lo será en el futuro, en tantas áreas de nuestra vida, y en especial en los negocios y empresas, algo de lo cual no se escapa la ganadería. Y en este orden de ideas, la información que te vamos a presentar a continuación tal vez te va a parecer increíble, o como mínimo te va a dejar algo asombrado. Si en cambio, eres de los que ya le has dado cabida a la tecnología en el manejo de tu ganadería, te va a gustar lo que podrás trabajar ahora.

Como sabemos, la tecnología de sistemas e informática está en permanente reinvención y desarrollo. Cada vez que la tecnología da un paso adelante, la forma como estábamos haciendo las cosas hasta hoy experimenta literalmente una revolución. Y yo soy de los que suelo decir que todavía no hemos logrado dominar las tecnologías que se han popularizado y posicionado en nuestro estilo de vida diario (por ejemplo los teléfonos celulares), cuando ya fueron reingeniadas y evolucionadas a un siguiente nivel para el cuál obviamente no estábamos preparados, pero que, queramos o no, vamos a tener que adoptar.

Y esto lo suelo demostrar con un ejemplo anecdótico personal: resulta que hasta hace muy poco yo era de los que, debido a nuestro trabajo en campo, prefería seguir usando un teléfono celular básico, de buena antena receptora de señal que me permitiera recibir o hacer llamadas casi desde cualquier lugar durante las jornadas de trabajo en las ganaderías con las que trabajamos, antes que preferir un Smartphone (teléfono inteligente). En otras palabras, era renuente a cambiarme a la tecnología moderna. Hasta cierto punto y momento de la vida, no lo consideraba un cambio necesario.

Pero cierto día la batería de mi teléfono no sirvió más, y cuando quise adquirir una nueva, no hallé lugar en toda la ciudad para encontrarla. Entonces creí que yendo directo al fabricante podría conseguirla, pero tampoco lo logré, y en cambio me informaron que estaban descontinuadas y que estaba “obligado” a cambiar de teléfono por uno más moderno (y a mi modo de ver y pensar, no es que tuviera yo un teléfono de la prehistoria, pero ahí recordé unas palabras que un profesor de administración en mi paso por la universidad cierto día nos transmitió en clase y estas fueron: “…Si por ti mismo no decides cambiar al ritmo que cambia el cambio, el cambio te obligará a cambiar”. En otras palabras, o te vas modernizando, o llegará un momento en que las cosas habrán cambiado tanto que te veraz obligado a modernizarte. Luego, a menos que abandones este mundo muy pronto, todos en algún momento, queramos o no, nos veremos obligados a ponernos al día con la tecnología. Entonces, mi primer teléfono moderno fue un BlackBerry (que me regalaron), y experimenté la mensajería instantánea cuando todavía no era algo al alcance de todos (la primera mensajería instantánea la ofreció esta marca de celulares, y se requería de un intercambio de pin –un código- para poder chatear con otras personas y comunicarse con ellas en cualquier lugar del mundo sin que costara un solo centavo. Pero, como dije, el BlackBerry todavía no era de uso generalizado, cuando llegaron los Smartphone y el WhatsApp que si estaban al alcance de muchas más personas (hoy en día están al alcance de todos), y que rápidamente enviaron al olvido la tecnología de BlackBerry.

Y estoy seguro que algo muy similar a mi anécdota personal ha de haber ocurrido con todos ustedes también, puesto que hasta hoy no logramos acostumbrarnos al nuevo teléfono (digo nuevo porque los de ahora no duran y hay que estarlos cambiando con frecuencia por X ó Y razón), y ya la tecnología evolucionó y están lanzando al mercado nuevos celulares con más capacidad, con más espacio de memoria, con más funciones o aplicaciones utilizables, y casi obligados tenemos que irnos poniendo al día con ellos. Estoy seguro que este ejemplo nos demuestra a todos, que sí o sí, debemos ir acogiendo la tecnología, sobre todo cuando esta nos facilita el trabajo o nos permite darle precisión para obtener mejores resultados a todo nivel.

Ahora bien, así como en este aspecto puntual de mi vida quise ser renuente al cambio por voluntad propia, también suelo ser opuestamente un vanguardista como empresario. En mi rol de gerente, siempre intento dirigir el rumbo de nuestra compañía de tal modo que vayamos al frente de nuestro contexto de negocio, y me esfuerzo en que todo nuestro grupo de trabajo lo pueda proyectar hacia cada productor ganadero con el que trabajamos, de tal modo que le imprimamos a las ganaderías un poco de nuestro estilo de liderazgo empresarial, un poco de nuestra pujanza, porque nos interesa y nos importa no solo el progreso de la ganadería mundial, sino, especialmente, de cada productor y de cada consumidor de alimentos producidos por los ganaderos, es decir, de la humanidad entera, porque queremos dejar una huella positiva en el planeta, queremos hacer todo lo que sea posible para que la creación de Dios reciba un trato correcto, y quienes habitamos en ella también, promoviendo la vida y la salud de cada ser humano a través de los alimentos que producimos.

Y es así como, en nuestra constante investigación sobre cómo podemos lograr que la ganadería sea cada vez más sostenible y sustentable, cada vez más ecológica y saludable, y por supuesto, cada vez más productiva y rentable, encontramos una tecnología excepcional, futurista pero a la vez aplicable en el presente en la ganadería mundial, que le permite a cada productor ganadero llevar a cabo una GANADERÍA DE ALTA PRECISIÓN, especialmente en aspectos como la nutrición de sus animales que son sostenidos a base de pastoreo, y de paso también, para aprovechar al máximo el stock forrajero producido en cada potrero o área de pastoreo con cargas instantáneas ajustadas a tal oferta, y que al mismo tiempo les permita realizar una gestión correcta y eficiente de la producción y de la economía. Se trata de una tecnología que combina el uso de los drones o de los smartphones, con el uso de software de gestión de la empresa ganadera, con herramientas modernas capaces de analizar longitudes de onda a partir de imágenes RGB y desarrollar algoritmos que permiten determinar el contenido de proteína cruda, energía neta y fibras (FDN/FDA) del forraje producido y ofrecido al ganado a diario, permitiendo llevar a una excelente precisión el manejo del cambio o salto entre potreros o praderas, prediciendo de forma sumamente acertada el Punto Óptimo de Cosecha, para que se pueda establecer un plan de manejo que bien puede ser actualizado a diario, o semanalmente, o quincenalmente, para poderle entregar al pastor o vaquero unas específicas indicaciones de qué potrero debe ofrecer al ganado todos los días, para que este ganado llegue en el momento justo en que la pastura le ofrece la mejor nutrición, pero también, si se quiere, con ayuda de un profesional, se puede establecer un balance de dieta, de tal manera que lo que el pasto no aporta se le pueda ofrecer al ganado a través de la suplementación (ya sea junto con los minerales o elaborando un alimento específico como complemento al forraje). Y como si no fuese suficiente con ello, que ya es un avance tecnología enorme, también este software permite establecer el stock (o base forrajera) producido en la pradera de cada parcela o potrero o área de pastoreo, para que logremos ajustar con altísima precisión sus tiempos de ocupación y reposo, manejando al más fino detalle las cargas instantáneas de ganado para lograr una cosecha perfecta, y garantizando un remanente óptimo para el rebrote vigoroso de la pradera y garantizar su reposo óptimo hasta que alcance el subsiguiente punto óptimo de cosecha, y así lograr juntar los dos más deseables aspectos de la gestión del pastoreo racional que son: mejorar la productividad de cada animal y también la productividad por hectárea, para poder llevar más producto a la venta con un costo más bajo de producción, al aprovechar al máximo el forraje producido como base nutricional del ganado.

Y, de hecho, me atrevo a ir más allá de lo hasta aquí comentado en cuanto a beneficios. Estoy muy convencido de que sin lugar a duda alguna, el problema más frecuente que nos encontramos en campo en el desarrollo de cada proyecto ganadero, es la administración. Cualquier cantidad de ganaderos no viven en sus fincas o ranchos, ni tampoco viven de lo que sus ganaderías producen. Ejercen otra profesión en las ciudades, y mantienen la ganadería como negocio alterno, el cual, dejan a cargo de personas que no están totalmente capacitadas para ejercer una gerencia o administración de una empresa ganadera, pues en la mayoría de casos son personas que lamentablemente no tuvieron oportunidad de realizar estudios completos, y de hecho, muchos ni siquiera saben leer o escribir, dificultándose así poder llevar buenos registros e indicadores de la productividad de la ganadería, y mucho menos de la economía de ellas. Y suelen ser estas personas, lamentablemente, también los más renuentes al cambio (están sumamente arraigados a sus profesiones), por lo que cuando se quiere implementar tecnologías como el PASTOREO RACIONAL VOISIN (PRV), para citar un ejemplo, es difícil lograr que lo realicen con precisión. Luego, con las ayudas que estas herramientas de las que he hablado nos ofrecen, podemos lograr dos objetivos muy importantes: el primero es, que el ganadero propietario, aunque no dedique el 100% de su tiempo a la actividad ganadera, puede ejercer un control sumamente preciso de la gerencia de este negocio, y en segundo lugar, que pueda ser el ganadero quien dirija a sus empleados para realizar trabajos de campo en lo que al manejo racional del pastoreo se refiere, y por supuesto, como se indicó, de la nutrición, de la gestión del forraje, y de la administración inclusive.

Cuando conocimos esta tecnología para ser honestos, fue difícil procesarla mentalmente. En lo personal nunca se me pasó por la mente que algo así fuese posible. Y aunque estamos frente a una versión de emprendimiento, que con toda seguridad se seguirá perfeccionando con el tiempo, no se conoce ahora mismo una tecnología similar, que nos permita imprimirle tanta precisión al manejo racional y agroecológico del pastoreo. Entonces decidimos ponerlo a prueba, y ratificamos su utilidad y su asertividad. Por eso decidimos de inmediato incorporarlo a nuestras herramientas de trabajo, de modo que podamos así ofrecer a los ganaderos con los que trabajamos un apoyo profesional de la mayor calidad posible. Y por supuesto hemos ligado esta tecnología al trabajo que ya hemos venido haciendo con la tecnología del PASTOREO RACIONAL VOISIN (PRV), creando una nueva línea de servicios de acompañamiento y apoyo a la gerencia de las empresas ganaderas, que hemos titulado como TWCEG, y que consiste en realizar los análisis bromatológicos de las praderas para determinar su calidad nutricional, su punto óptimo de cosecha en cada potrero del PRV, el stock forrajero producido en cada potrero también, y generando los planes de manejo actualizables idealmente una vez por semana. Pero así también, complementando estos análisis opcionalmente con un servicio de alojamiento de datos (registros) del desempeño productivo del ganado, del producto generado y de los ingresos por ventas (o proyecciones de las mismas), así como de los costos y gastos de la ganadería, para poder realizar un monitoreo idealmente con una frecuencia mensual, para que puedan realizar un balance técnico-económico sobre el cual basen la toma de sus decisiones, y así logren el anhelado objetivo de hacer una ganadería realmente rentable, sostenible y sustentable.

Lo mejor de todo es, que este será un servicio muy accesible en cuanto a costos profesionales, y que lo hemos integrado como una de las líneas de trabajo propias de la recién creada Plataforma PARTNER CEG, donde aparte de proporcionarles a nuestros clientes este valioso soporte, también vamos a ofrecerles varios módulos de trabajo, entre los cuales brindaremos pautas para la implementación correcta y exitosa del PRV en sus ganaderías, pautas para la producción orgánica certificable (en diferentes líneas de certificación de producto), acompañamiento para la gestión de introducción de alimentos certificados y no certificados como alimentos de calidad superior, o de calidad diferencial, más sanos para el ser humano, y promotores de su salud, bienestar y calidad de vida, en mercados que valoren este tipo de productos y estén dispuestos a pagar mejor por ellos, entre muchas otras líneas de acción similares, para que el ganadero pueda estar realmente acompañado profesionalmente, y permanentemente, durante todos los días laborables de cada año, a partir de ahora y por tiempo indefinido.

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