Lombriz de tierra y su función ecológica en los suelos de uso ganadero

Herramientas para la Gerencia del Negocio Ganadero

 

Comentario inicial:

«El dilema de los miedos y el cambio necesario»…

A la mayoría de los ganaderos sino es que a todos, nos pasa que cuando entramos a este bonito oficio de la ganadería racional u holística no logramos entender  muchos fenómenos que empiezan a suceder dentro de la finca con el suelo, el pasto, los árboles, la fauna, el ganado. Es algo normal y natural el no comprender todos los procesos que ocurren en un Ecosistema Productivo, pero lo que no es normal es ser necio e ir en contra de la naturaleza, lo que verdaderamente es un suicidio con invitados.

El objetivo mayor de estas notas que el equipo CEG Internacional elabora, es para que usted amigo ganadero tenga a mano herramientas que le sirvan para una mejor gestión de la empresa ganadera. Y es interesante saber que cada día se suman ganaderos al cambio necesario, muchos tienen dudas y miedos porque desconocen, no saben lo que puede suceder, y muy frecuentemente, aún habiendo dado ya el paso de emprendimiento de implementación de las tecnologías de Ganadería Racional, a veces no creen que la naturaleza es capaz de darnos más de lo que podemos darle nosotros a ella.

Justo es en ese preámbulo que identifico el dilema que afrontan, pues es de reconocer el gran daño que durante las últimas seis décadas han causado las empresas que dominan la agroindustria, porque han logrado romper las relaciones sanas y armoniosas del ser humano con la naturaleza.

Para muchos agricultores y ganaderos es inconcebible pensar que hoy en día se pueda cosechar un puñado de maíz sin tener que usar fertilizantes sintéticos. La campaña publicitaria permanente es que los suelos ya no sirven y que no existe razón alguna para no tener que aplicar las fórmulas que están disponibles en el mercado. Es absurdo, al menos yo así lo creo, pero es también algo cotidiano. Sin embargo, no se puede pretender obtener mejores resultados cuando uno no se atreve a hacer cosas diferentes, de ahí que ante los miedos que nos embargan, la solución está en dar el primer paso y permitir que tras el primero sigamos dando otros más que nos conduzcan hacia el nuevo objetivo planteado: No depender más de los insumos, ni de la maquinaria, ni de todo lo que venga de afuera, sino permitir a la naturaleza ser la naturaleza, y administrarla sabiamente.

El resultado del cambio

Hace un año empezamos a pastorear racionalmente el ganado en el área que utilizamos para hacer agricultura en nuestro proyecto particular. Cuando lo consultamos con mi padre, inicialmente él no estuvo de acuerdo porque aparecerían muchos insectos bajo el suelo y suponíamos que podría resultar riesgoso pues pensábamos que seguro comerían de la raíz de los cultivo. Para nuestra grata «sorpresa» y de paso también para nuestro aprendizaje, podemos asegurar que este año tendremos la mejor cosecha de frijoles que hacía ya buen tiempo no lográbamos obtener, y lo que suponíamos que iba a ocurrir al final, por supuesto, no ocurrió como pensábamos.

La única explicación que tengo para esto es que el ganado aumentó la cantidad de materia orgánica en el suelo, y por supuesto, si aparecieron los temidos animalitos bajo el suelo, pero no para hacer daño, sino, a juzgar por los resultados, todo lo contrario.  Y, claro, no es que el suelo haya mejorado exponencialmente su fertilidad, pero lo que si tengo claro es que ahí se desencadenaron procesos biológicos que favorecieron la vida del cultivo. Les cuento, honestamente, que no fue necesario aplicar ni una gota de insecticida para repeler algún insecto que pudiera causar daño. Aún no he conversado sobre esto con mi padre, espero que nos diga: “llévate el ganado del lugar donde hago mis hortalizas”, y ahí lo llevaré a que mire cómo están sus cultivos, para ver si insiste en quitar de allí el ganado.

Esa es una «pequeña» anécdota personal, con un gran mensaje de parte de la naturaleza para quienes decidimos «escucharla», entenderla y guiarnos por sus patrones, no por los que queramos imponer nosotros mal aprendidos de la «ciencia» convencional.

Ya en otras notas elaboradas por el Equipo CEG se ha abordado el tema de la biocenósis, las relaciones simbióticas, y algunos procesos naturales que suceden cuando permitimos que los macro y microorganismos desempeñen su trabajo. En esta ocasión yo quiero ir a algo  más específico, así que expondré algunos aspectos relevantes de la lombriz de tierra, uno de nuestros mejores aliados como agricultores/ganaderos, esperando poner en evidencia algunos detalles útiles para quienes optamos por la Ganadería Racional.

Biología de la lombriz de tierra

No es la intención al escribir esta nota dar lecciones de biología del suelo, por tal razón me limito a mencionar algunas aspectos generales nada más de las lombrices de tierra, y posteriormente resaltaré la ecología de estos «gusanos de tierra» y su función en la calidad y/o fertilidad de los suelos de uso ganadero.

Lombrices (lombriz sobre una mano)

La lombriz de tierra pertenece al phylum (familia) de los anélidos, que está constituido por unas 1800 especies. De acuerdo a la clasificación taxonómica los gusanos de tierra pertenecen al orden de los oligoquetos, término que proviene del griego oligo (escaso) y queto (pelo); esta caracterización hace referencia a las diminutas filas de cerdas que tiene la lombriz de tierra en la parte ventral y lateral que le sirven para su movilidad. Otra característica de estos gusanos de tierra es que su cuerpo está constituido por anillos o segmentos en los que se repiten de manera consecutiva los mimos órganos. La lombriz roja (Eisenia foetida) tiene aproximadamente 95 segmentos y las lombrices terrestres entre 80 y 150. Generalmente miden entre 7 – 8 cm de longitud, sin embargo, hay algunas que llegan a medir hasta 35 cm de largo.

Existen importantes diferencias en la biología reproductiva de las lombrices. E. foetida por ejemplo tiene un promedio de vida de 16 años, muy superior a la lombriz de tierra silvestre que vive alrededor de 4 años. La fecundación de E. foetida ocurre cada 7 días mientras que la lombriz de tierra silvestre es cada 45 días. E. foetida tiene la capacidad de multiplicarse de manera más acelerada no solamente por el ciclo de fecundación que es más corto, sino por la cantidad de nacimientos 2-20 lombrices por cocón mientras que la lombriz de tierra silvestre apenas nacen 1-4 lombrices por cocón. Otro factor importante que incide de manera directa en la capacidad reproductiva de las lombrices son las condiciones climáticas, siendo más activas en climas templados que en climas tropicales.

Lombrices (cocón)

Ecología de la lombriz de tierra

Las diversas especies de lombrices de tierra ocupan nichos ecológicos distintos por tal razón se clasifican según la base de su alimentación y la zona del suelo en la que viven. Las especies que viven en la superficie suelen tener una coloración más oscura que las que habitan en las capas más profundas del perfil del suelo. Esta distinción y/o clasificación ecológica nos acerca y nos permite comprender mejor el papel que desempeñan estos gusanos en la fertilidad creciente de los suelos.

compactacion-capilares-lombriz-cortesia-madridmasd

A un primer grupo se les denomina Epigeas. Estas lombrices de tierra viven cerca de la superficie del suelo en donde se concentra el manto orgánico, y la razón básica del por qué prefieren este esta zona superficial del suelo es porque la M.O en descomposición es su principal fuente de alimentación.  En este grupo se reconoce a las especies Dichogaster sp  y Aymara sp, entre otras, dada su actividad aceleradora en la fragmentación de la materia orgánica. Las lombrices de tierra que pertenecen a este grupo ecológico tienen la capacidad de adaptarse a las variables condiciones ambientales de la superficie del suelo, condición que está relacionada al tamaño pequeño que tienen, a la pigmentación y altas tasas metabólicas y reproductivas.

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En la Ganadería Racional, al implementar tecnologías como Pastoreo Racional Voisin (PRV) o Silvo Pastoreo Racional Voisin (SPRV), las lombrices epigeas y anécicas son las principales fragmentadoras (ruptura y mineralización), del estiércol que deja el ganado en el potrero. Menciono el PRV y/o SPRV porque es como tal la única tecnología agroecológica aplicada a la ganadería que propicia todas las condiciones para que estas especies de lombrices actúen y funcione en ese complejo vivo y dinámico de un suelo sano y equilibrado.

Al segundo grupo se les denomina Endogeas. Este grupo ecológico vive a mayor profundidad del suelo, se alimentan del suelo y materia orgánica asociada. Para su movilidad en el interior del suelo construyen sistemas de galerías horizontales ramificadas mismas que llenan con sus propias deyecciones. Estas lombrices juegan un importante papel en la base natural y estructura física del suelo ya que con las galerías que construyen permiten la aireación y en consecuencia el suelo mantiene la temperatura interna normal favoreciendo de esta manera a otros organismos y a las plantas.  Además con su tránsito por los túneles van mezclando sus deyecciones poniendo a disposición minerales que las raíces de las plantas aprovechan. Las lombrices endogeas presentan ciclos de vida más largos que las epigeas, pero tienen la desventaja que tienen tasas de reproducción más bajas. Al alimentarse del suelo pueden sobrevivir mucho tiempo sin alimento proveniente de materia orgánica.

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Un tercer grupo lo constituyen las Anécicas. Estas lombrices construyen galería de manera vertical que miden varios metros hacia el interior del perfil de suelo. Una particularidad de este grupo de lombrices es que por las noches salen a la superficie del suelo para alimentarse de materia orgánica. Este material lo transportan hacia el interior del suelo, formando en las diferentes capas agregados de origen orgánico. Estas lombrices cuando emergen por las noches a la superficie para aprovisionarse de materia orgánica depositan sus deyecciones en la superficie del suelo por lo tanto devuelven nutrientes que pudieran perderse por la infiltración del agua hacia capas profundas en donde la mayoría de las plantas no podrían aprovecharlas.

Lombrices (humus de anécicas)

Esquema de la clasificación ecológica de las especies de lombriz de tierra

 

La siguiente tabla presenta información a cerca de la contribución relativa anual de las diferentes categorías ecológicas de lombrices en la sabana nativa de Colombia:

Lombrices (Tabla biomasa por grupos ecológicos)

Cuando las condiciones ambientales y ecológicas son ideales, las lombrices de tierra representan la mayor biomasa animal por metro cuadrado (m2) en los diferentes perfiles del suelo. Debo aclarar si, que los oligoquetos son más abundantes y activos en ambientes templados, así como en un suelo en el cual se den las condiciones ya referidas las lombrices de tierra pueden procesar a través de sus cuerpos aproximadamente 250 toneladas de suelo al año por ha. (J. Domínguez et al 2009).

La lombriz de tierra tiene una baja capacidad de transformación de energía alimenticia consumida en biomasa corporal (0.2 al 0.6%), esto las obliga a consumir una gran cantidad de materia orgánica, misma que devuelven al suelo en cantidad similar pero ya mineralizada. El experto, J.G. Restrepo, refiere que una población de 12 lombrices adultas por metro cuadrado pueden llegar a consumir entre 17 y 20 ton/ha/año de estiércol. Esto equivale a las excretas de 571 UGM aproximadamente.

La siguiente tabla presenta información a cerca del número en millares de invertebrados en 1 Acre* de suelo hasta la profundidad de nueve pulgadas.

Quiero resaltar de este cuadro la valiosa información del mismo, en cuanto a que la materia orgánica que aporta el ganado es un potente catalizador de los diferentes organismos vivos del suelo, por lo tanto todo ganadero que hace PRV o SPRV tiene el 100% de las posibilidades de mejorar la calidad y/o fertilidad de sus suelos. Por el contrario los que sigan pensando que la fertilidad de los suelos sucede en un ciclo reducido de reponer lo que se extrae sí y solo sí se aplican compuestos químicos sintéticos, seguirán enriqueciendo y alimentando el ego de las multinacionales mientras empobrecen la composición orgánica y la fertilidad de los mismos acortando su vida útil (Tom Philpott, Febrero de 2010).

Para finalizar me permito hacer el siguiente comentario concluyente:

Durante mucho tiempo he escuchado de parte de algunos ganaderos, agricultores e incluso agrónomos, que aseguran por ejemplo: el estiércol del ganado es abono para el suelo. Me parece que esta conceptualización es errónea porque simplifica y omite otros factores relacionados a la fertilidad del suelo.

Una vez en un congreso un agricultor que producía yuca, expresó su preocupación por que el material del tallo tardaba mucho tiempo en descomponerse y eso alteraba sus costos ya que tenía que pagar para retirarlos del campo para volver a sembrar. El experto le recomendó usar una máquina para triturar ese material e incorporarlo al suelo como abono. Pero, esto implica haber pasado por alto la siguiente consideración: En un suelo que es agredido constantemente por uso de maquinarias agrícolas, el material orgánico se vuelve un estorbo porque la desintegración, descomposición e incorporación es nula ya que faltan actores claves en este proceso, por ejemplo, lombrices.

La biocenósis y la materia orgánica se suceden en un ambiente de reciprocidad, de forma pues que, no existe la biocenósis sin materia orgánica y la utilidad de la M.O es disminuida si no hay organismos que la incorporen al suelo. A su vez, sin materia orgánica y/o sin biocenósis no hay fertilidad del suelo, y sin un suelo fértil no es posible producir sustentablemente y a un costo razonable, alimentos suficientes para las personas ni para los animales, y de una forma que sea realmente rentable para los productores.

Nunca se olvide que: «La dinámica de la vida empieza en el suelo».

Inforgrafias CEG 2016 - Suelo vivo - Lombrices (2)

Fuentes de información:
  • Domínguez, M. Aira, M. Gómez-Brandon 2009. El Papel de las lombrices de tierra en la descomposición de la materia orgánica. Revista científica y técnica de ecología y medio ambiente.
  • J. Jiménez, A. G. Moreno, T. Decaens, P.Lavelle, M. J. Fisher, R.J. Thomas (1998). Las comunidades de lombrices en la sabana natural y pastizal introducidas en los llanos orientales de Colombia.
  • G. Restrepo. El suelo como la base de los agroecosistemas sostenibles.
  • José Ibáñez, 2011. Lombrices de tierra: Grupos ecológicos.
  • John Russel. Condiciones del suelo y crecimiento de las plantas
  • Tom Philpott, Feb. de 2010. New research: synthetic nitrogen destroys soil carbon, undermines soil health

 

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